Cerrar ciclos

 

     

Cerrar Ciclos

Hace un mes que me separé oficialmente, he vuelto a la casa de mi mamá, han sido días durísimos, de mucha mucha pena, dolor, desilusión, frustración, rabia, desapegos, extrañar, en fin. Es doloroso separarse, más allá de aceptar un fracaso amoroso, el desapegarse de las rutinas, de los espacios, lugares, gente, de los sueños, es muy doloroso, no es una simple separación, es también una ruptura, un aceptar que hiciste todo (en mi caso por lo menos) dar lo mejor y que no resultó. 

Se pasa por muchos muchos procesos, los cuales decidí vivirlos a concho, todos, sin importar lo doloroso que sea, porque me enseñaron que uno así puede sanar, aprender y avanzar. 

Me he juzgado y culpado, hay momentos en los que he sido poco amorosa conmigo, en donde me exijo, me cuestiono y me he castigado, por lo que hice y por lo que no, pero he logrado verlo gracias a mi terapia con Marcia, estoy aprendiendo a ser honesta y estoy intentando tratarme mejor y no exigirme. 

He tomado muchas decisiones este último tiempo, con mucho miedo a lo que vendrá (soy muy miedosa), todo es muy incierto, se cayó mi torre, pero como ante todo soy buena aprendiz, sé que de todo esto sacaré nuevas herramientas las cuales me permitirán seguir avanzando y construyendo nuevas relaciones, sanas, lindas, porque así lo he decidido. 

A pesar de todo me siento muy afortunada y agradecida, porque tengo una hermosa familia que me han hecho sentir que no estoy sola, amigos y amigas que están incondicionalmente, que me han acompañado, tanto en mis silencios como en mis llantos. 

Aprendí a mostrar mi vulnerabilidad, me cuesta, siempre me han dicho que soy fuerte, así me ven, pero hay un lado muy frágil, temeroso en mi, que pocos conocen.

 Me he dado el tiempo de mostrarme así tal cual, me he dado el tiempo de decir que no, me he dado el tiempo de parar, de sentir, de dejarme ayudar, de recibir amor de gente que no conozco tanto, pero que por algún motivo aparecieron en mi vida y quieren estar (se los agradezco). 

Es increíble como en momentos de crisis tan fuertes y dolorosas aparece tanto aprendizaje. Aprendí a estar disponible para que el universo me regale todo lo mejor para mi, aprendí a vaciarme y sacar todo aquello que me acompaño por años, que me ayudó, pero que ya cumplió su ciclo, estoy limpiándome, botando todo lo que ya no me sirve, para dejar espacio a todo lo nuevo.

Todo esto que les cuento es fruto de muuuchos días de escucharme, de escribir, de conectarme con la pena, es muy difícil porque nuestro primer instinto es evadir, le tenemos mucho miedo al dolor, la pena y el sufrimiento, pero saben qué? Son emociones tan importantes como lo son la alegría, el amor, etc. Hay que ser valiente! Si, hay que serlo, porque entrar en estos estados que evadimos nos mostrarán cosas de nosotras (os) qué tal vez no queremos ver, pero no verlo es no aceptarnos, es no amarnos, es no entendernos, por eso es tan importante transitar libremente por todas nuestras emociones, porque somos un todo, somos luz y sombra.

Saben? Aún en los momentos más tristes, de vacío mas profundo nunca he dejado de agradecer, he mirado y siento que a pesar de todo no lo he echo tan mal como pensaba. 

Aún estoy en mi proceso de sanción, dicen que no hay un tiempo específico, cada cual tiene sus propios tiempos, y quiero respetarlo, respetarme y ser amorosa conmigo. Espero este relato les sirva, son tiempos difíciles, sé que muchas deben estar viviendo procesos similares, no tengo respuestas pero si muchas experiencias para compartir.

Gracias por esperarme, gracias por leer esto, gracias por estar aquí.